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Mauricio Lambiris se mostró aliviado y emocionado luego de su triunfo en Termas, que le permite cumplir con el requisito reglamentario para pelear por el campeonato del TC: “Me saqué una mochila, ya cumplí el requisito para poder pelear por el campeonato. También volví a confiar en los motores, pasamos todo el fin de semana sin problemas. Es una alegría, venía muy preocupado”, expresó.

 

El desahogo no fue solo deportivo, sino también personal. Lambiris arrastraba una racha adversa de cinco años sin victorias, y explicó que las fallas mecánicas fueron un factor determinante en ese período: “El desahogo fue grande. No solo por los cinco años sin victorias, sino que por el tema de los motores. Éramos los que teníamos más problemas pese a ser los que más nos esforzábamos. Km y km hablando con proveedores”, confesó.

 

Sin embargo, no todo fue satisfacción. El uruguayo se mostró molesto con una maniobra en la última vuelta que lo perjudicó: “Me molestó mucho la última vuelta. Agrelo frenó de golpe, me lo encontré en la curva casi parado, nos llegamos a tocar, perdí la carga delantera. La verdad que me calenté, ahí fue que Trucco aprovechó”.

 

En cuanto al análisis reglamentario, Lambiris fue claro al cuestionar ciertos criterios de sanción: “No estoy de acuerdo que se sancione por la consecuencia. Si fuera tan así, se debería hasta juzgar las piezas, cómo son en cada equipo, dónde están colocadas y otros factores”.

 

Finalmente, el piloto valoró el presente del automovilismo uruguayo y el trabajo de las categorías formativas: “Es increíble el momento del automovilismo uruguayo. Hay chicos yendo realmente rápido. Hay que destacar a las categorías inferiores formadoras como el Karting que en Uruguay es una gran base”.