“Tener más de un auto siempre ayuda, pero no es nuestro caso. El proyecto desde el inicio fue con Ezequiel. Nos defendemos bien, se trabaja mucho”, explicó.
Cabarcos, quien está a cargo del análisis de datos y cámaras, destacó que esta estructura les permite afinar cada detalle: “Es un equipo pensado para dos autos, pero hoy enfocados en uno solo. Es una ventaja para trabajar más fino y con más tiempo”.
“Estamos con kilos y con la variación de la altura delantera del auto. Creemos que vamos a estar bien, veremos cómo respondemos en pista”. Además, dejó entrever su deseo de volver a competir como piloto: “Es un orgullo y una responsabilidad estar en el equipo de mi familia. Me gustaría volver a correr, pero disfruto mucho del rol técnico cada fin de semana”.
¿Se viene un segundo auto? Cabarcos lo confirmó: “Estamos proyectando un nuevo Ford Fiesta para que Guillermo Larrañaga se sume como compañero de Ezequiel. La idea es que sea este año, pero si no se da, en 2026 seguro”.