"La Sonic era tremenda categoría, es una pena que no haya podido seguir. Estaría bueno que surja otra categoría como escuela para los que nunca corrieron", expresó Mariño, resaltando el valor formativo que tuvo esa división para los nuevos pilotos.
Belén comenzó su camino en el automovilismo junto a su hermano, Juan Diego, compartiendo el auto en la Sonic.
"Siempre tuve ganas de correr desde chiquita cuando iba al autódromo, soñaba con subirme a un auto de carreras. Nos encantó arrancar con mi hermano en la Sonic, compartíamos el auto, corríamos una y una", recordó.
Ya instalada en la categoría Superescarabajos, reconoció que el salto fue desafiante:
"Me costó bastante adaptarme a Superescarabajos porque el salto desde la Sonic es muy grande. Costó acostumbrarse a la tracción trasera".
Sin embargo, su adaptación ha sido positiva y progresiva:
"Estoy mucho más sólida, ya mucho más adaptada a Superescarabajos. Vengo carrera a carrera acercándome a los tiempos, el objetivo es ser cada vez más competitiva. Quiero mejorar curva a curva, todo es milimétrico", afirmó con determinación.