“Hice el 2022 entero en Fórmula, pero después me pasé en 2023 a Superescarabajos porque empezó a bajar la cantidad de monopostos. Desde chico acompañaba a mi hermano a las carreras, ahí arrancó todo”, contó sobre sus inicios y el cambio de categoría.
El fin de semana tuvo momentos de tensión: “No quería más nada, largamos 12° por un error de cálculo del combustible al momento de hacer la vuelta rápida. Después no puedo creer cómo se dio la carrera hasta el podio, me salió todo”.
Con autocrítica, reconoció los altibajos de la temporada: “Arrancamos fuertes el año y nos fuimos cayendo, pero no por el auto, sino por algo mío. Me falta constancia, especialmente en la clasificación que es mi punto débil”.
A pesar de la baja en el parque de autos, Quintana valoró el nivel de la categoría: “Por más que hubo una baja de autos, los Superescarabajos son muy competitivos. Puede pasar cualquier cosa y mi caso es un ejemplo: vengo de la D2 y terminé en el podio de la general”.