“Venía muy enredado el fin de semana, pero con mucho trabajo pudimos tener la alegría del podio. Tuvimos poco tiempo en pista para probar porque se nos cortó la rótula y nos falló el carburador”, contó el piloto.
González explicó que durante la carrera tuvo que sobreponerse a la falta de potencia: “Tenía un motor flaco de caballos, venía como espectador del duelo de adelante. Cuando vi que Saporiti abrió la puerta y Abelenda se tiró, me arrimé y aproveché para subir un puesto más”.
Pensando en lo que viene, el piloto ya apunta al próximo año: “Queremos dejar pronto el auto para ir fuerte en 2026. Todavía sigue con cosas estándar, hemos ido mejorando e invirtiendo de a poco”.