“Entré un poco pasado a la recta, se me puso el auto de costado y agarré el piano. Ahí se descolocó la rueda y empezó a rozar capaz con un amortiguador. De ahí el humo. Seguí porque sabía que no era el motor”, explicó Mariño, relatando el momento de tensión que vivió en pista.
El sábado no tuvo la misma suerte. Una vibración del capó terminó afectando la llave de corte: “No podía perder dos terceros lugares en un mismo fin de semana. El domingo tenía que terminar sí o sí”, remarcó.
Además, elogió a Facundo Ferra, líder del campeonato: “Está en otro nivel, intratable. No es fácil seguirlo en la vuelta rápida y tampoco se cae en carrera ni con kilos. Hay que seguir trabajando para poder pelearle”.