“El resultado final nos amargó. Veníamos peleando por la sexta posición. El sábado fue todo bajo lluvia torrencial y el domingo arrancó con barro y terminó en seco”, explicó Zeballos.
El desenlace llegó en un momento clave, cuando el auto parecía responder mejor y el ritmo era competitivo: “Una pena el abandono, me tenía fe para los últimos dos tramos en seco. Salimos a apretar y me fui en una pasada, le pegué a dos o tres piedras grandes que me rompieron la cremallera de dirección”, detalló.
A pesar del traspié, el piloto destacó el rendimiento que venían mostrando, considerando la escasa actividad previa de la temporada: “Quedamos locos de la vida con los resultados parciales. Llevábamos pocas carreras en el año y estábamos compitiendo al máximo nivel con tripulaciones que tenían seis o siete fechas encima”.
El Coco también resaltó las sensaciones con el nuevo auto, aunque reconoció que todavía hay detalles por corregir: “Noté la mejora del auto nuevo, reacciona más rápido que el anterior. Después, como todo auto nuevo, tiene sus cositas para ajustar, por ejemplo una falla eléctrica que tuvimos desde el shakedown”.
El abandono también modifica los planes para lo que resta del campeonato: “Con este abandono ya quedamos un poco lejos para pelear el campeonato sudamericano, así que seguramente no vamos a Bolivia. Preferimos correr alguna fecha en el Rally Argentino”, concluyó.