El hijo de José Luis de a poco se va transformando en ídolo a fuerza de buenas carreras, buen manejo y grandes victorias. 

A diferencia de su papa y sus tíos, Josito, quedó casi solitariamente en el camino de defender la dinastía Di Palma. Esta claro que no debe ser tarea fácil ya que la leyenda del "loco" Luis es muy fuerte y consistente.

Con solo rapasar el palmarés de Rubén Luis nos ecncontramos con uno de los más grandes pilotos de todos los tiempos. Campéon de TC, TC2000, Fórmula 1, Sport Prototipos y Supercart. Ganador en casi todo lo que corrió. Figura en Nürburgring, corrió en Le Mans, en USA, en Brasil, Uruguay y en donde lo llamaran.

Ídolo indiscutido, genuino, único e irrepetible, Luis dejó su sello grabado a fuego, que fueron en un principio sus hijos recojiendo, José Luis, Patricio, Marcos y ahora su primer nieto varón, aquel que de milagro no viajó en ese fatídico helicóptero.

La aparición de Josito llegó mucho después sin heredar aquella idolatría que dejó en su partida el abuelo, ni con la repercución mediática que se impulsó en aquel momento para que un Di Palma siga siendo protagonista.

Josito es Di Palma por derecho propio. Su lugar se lo fue ganando merced a su esfuerzo, su carisma, su perfil bajo y su sensibilidad en un automovilismo diferente al de hace 20 años atrás.

Su abuelo ganó 20 carreras de TC, fue el ganador más joven y el más longevo, siendo además el único en ganar con las cuatro marcas que hoy participan.

Por otra parte es el último Campeón con Torino, que no logra coronarse desde hace 45 años y curiosamente en la marca más ganadora en este 2017.

Uno que ha tenido la suerte de verlos correr y manejar a todos, puede decir que Josito en estos tiempos, es el que más nos hace recordar, por resultados y por algunas actitudes en pista al gran Luis.

Si Bien Marcos ganó 11 carreras en el TC y estuvo en la conversación varias veces, José Luis ganó 5 y Patricio otras 5 logrando el subcampeonato con Torino, pareciera que ninguno estuvo tan firme y con chances serias de lograr que un Di Palma vuelva a ser Campeón en el TC.

A esta buena temporada, es el más ganador del año con tres triunfos, el de la "Cuna de Campeones" con el Torino negro del equipo de los Laboritto, se ha ganado la simpatía y el respeto de todos. Recuerdo que el Loco Di Palma era ovacionado por todas las tribunas, algo que nadie pudo conseguir.

Si bien el título no está al alcance de la mano porque tendrá que lidiar el 10 de diciembre en La Plata con dos pesos pesados como Facundo Ardusso, el gallardo puntero del campeonato con un Torino rendidor, y su vecino Agustín Canapino con un Chevrolet temible, la victoria de ayer le permite ser el tercero en discordia.

Por todo este presente deportivo, por su forma de manejrase, por la confianza que trasmite, y por tener una linda posibilidad de lograrlo, vuelvo a pensar lo que ya he escrito en esta página algunas veces:

"Josito" es el más Luis de los Di Palma.