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Johnatan Castellano volvió a darle una satisfacción a la marca Dodge. Con su triunfo en Neuquén el piloto de Lobería cortó una larga sequía y le abre un panorama promisorio a la marca en esta temporada. Con astucia y picardía, "Pinchito" sacó chapa y doblegó nada más ni nada menos que al "Rey" Guillermo Ortelli.

 

Columna de Marcelo Mercado: 

 

Castellano un nombre, que con solo mencionarlo, es sinónimo de TC y por estos tiempos de la marca Dodge. En el autódromo del Centenario, en la ciudad de Neuquén, se corrió la segunda fecha del popular Turismo Carretera, y esta vez fue el turno de la vuelta a la victoria de la marca Dodge, y de la mano de su más fiel representante, Johnatan Castellano.

 

En una carrera especial, y con ese “berretín” que tomaron los dirigentes en los últimos tiempos de hacer cosas raras para mejorar el espectáculo -cosa que a mi humilde forma de ver el TC no necesita-, se realizó una competencia con cambio obligatorio de dos neumáticos.

 

Este barajar y dar de nuevo llevó a ciertas confusiones que alteraron el resultado de la competencia, que parecía encaminarse a un triunfo seguro del siete veces Campeón Guillermo Ortelli. Sin embargo, en la parada cambió la historia.

 

En la calle de boxes y merced a una picardía, astucia o como quieran llamarlo, “Pinchito” superó al de Salto y marchó derechito a un nuevo triunfo con la tradicional "Naranja Mecánica".

 

El equipo JP y el propio Ortelli hicieron una denuncia que no prosperó. "Pinchito" Castellano se llevó el triunfo con un auto rendidor y un equipo que se ordenó y posicionó como para ser uno de los grandes protagonistas de este 2018.

 

Castellano Jr. corrió con la inteligencia y sabiduría, la misma con la cual su papá, Oscar, brilló en los 90’ en el Turismo Carretera.  El gran "Pincho" empezó casi como un infiltrado entre los poderosos del TC y llegó a ser Tricampeón.

 

Oscar fue uno de los últimos piloto/preparador que se adjudicaron títulos en el automovilismo deportivo. Castellano ingresó al TC en 1981 con todo Lobería apoyándolo en este proyecto. Aquel pibe que empezó a manejar en un tractor ya era un referente de todo el pueblo. Debutó en setiembre del 81 con el Dodge y ya en la tercera carrera había logrado un cuarto puesto.

 

Inteligente, pensante y frío a la hora de definir, Castellano Padre, compró un auto nuevo y así nació la "Naranja Mecánica" que le diera sus primeros triunfos y dos campeonatos entablando memorables duelos con Roberto Mouras. El último título de los tres consecutivos fue con el Ford.

 

Así también "Pincho" fue cambiando su apodo a el "Zorro de Lobería" por su andar calmo pero rendidor utilizando más la astucia que la fuerza. Ayer en Neuquén, "Pinchito" se puso la capa de su papá y con picardía doblegó a Ortelli en la parada obligatoria por boxes jugando al límite y ganando otra vez en el TC después de muchas carreras.

 

En hora buena que en este automovilismo tan profesional y técnico aparezca un poco de picardía a la hora de definir una competencia. Por más que haya generado alguna controversia, que terminó con la confirmación de la victoria por parte de los Comisarios Deportivos.

Modificado por última vez en Jueves, 15 Marzo 2018 19:30